jueves, 15 de marzo de 2012

EL DOCTOR RAMÓN VILA DESGRANA EN EL MUSEO DE ROQUETAS SU EXPERIENCIA COMO CIRUJANO EN LA MAESTRANZA

Don Ramón Vila en la Plaza de la Maestranza de la que ha sido cirujano jefe 40 años

El pasado jueves, y dentro de la programación del ciclo "El Toro en las Artes" que organiza el Ayuntamiento de Roquetas, el Museo Taurino recibió la visita del Dr. Ramón Vila, quien ha sido durante cuarenta años cirujano jefe de la plaza sevillana de la Maestranza.

Aquí podéis leer la información que ofreció el lunes a todos sus lectores el "Diario de Almería" con la firma de nuestro buen amigo Benjamín Hernández Montanari.

"Ramón Vila, prestigioso cirujano taurino participó el pasado jueves en el ciclo de El Toro en las Artes con una charla, amena y llena de anécdotas y reflexiones, con una sala que de nuevo se quedó pequeña. Presentado en introducción por el periodista José Juan Rodríguez, de una de las mejores maneras que jamás se lo hayan hecho según el propio Ramón Vila afirmando que “hace muchos años que estoy por ahí y nunca me la han hecho tan bonita”, y por su compañero el Dr. Morata desde el aspecto profesional e íntimo y desde la amistad como “mi niño bonito dentro de la cirugía taurina” según el sentir del médico de la Maestranza. Gabriel Amat, alcalde de la localidad, le dio la bienvenida afirmando que “su dedicación hace que mucha gente que sale al ruedo se sientan tranquilos y seguros porque saben que en cualquier percance en la plaza van a estar atendidos por una manos preparadas”.

El doctor Vila en un momento de su exposición

Ramón Vila, cirujano cuyos bisabuelos eran oriundos de Vera y Cuevas de Almanzora, desde 1978 jefe del equipo médico de la Maestranza sustituyendo en el cargo a su padre, huyó del lado trágico “porque antes que nada soy aficionado. Desde los diez años voy a los toros y lo que me atrajo de ello es el cómo es posible que un humano se ponga delante de un toro y torearlo. Aquello me fascinaba”.
Fue desgranando con gracia sus vivencias, conquistas en el campo de la dotación para la asistencia médica en la plaza, las anécdotas más variadas, su relación con diversos toreros, los momentos vividos de dificultad en la plaza o en el quirófano. Su equipo de la Maestranza creó hace 33 años un premio al que evitase una cornada y al momento más artístico en el tercio de quites".

Para completar esta información, incluímos a continuación algunos comentarios más sobre la interesantísima y amena disertación del Dr. Vila.

La mesa estuvo presidida por Gabriel Amat al que vemos entre los doctores Vila y Morata

El acto, presidido por el alcalde Gabriel Amat, fue presentado brillantemente por el periodista roquetero José Juan Rodríguez, que esbozó un acercamiento a la figura del Dr. Vila,  que fue completado por el Dr. Morata, cirujano jefe de la plaza de Almería
Ramón Vila comenzó su intervención informando a los presentes del inicio de su carrera como integrante del equipo médico de la Real Maestranza de Sevilla, en el que ingresó siendo su padre el cirujano jefe del equipo, formado entonces por cinco miembros. Así hasta que un día por enfermedad de su progenitor lo tuvo que sustituir, dándose la circunstancia de que esa tarde en la terna de la corrida figuraba el diestro Paquirri, que resultó cogido. Trasladado a la enfermería, cuando el Dr. Vila se dispone a operar, el matador pregunta por el Dr. Vila padre y se niega a ser intervenido por el joven Dr. Vila; éste le informa que su padre está enfermo y es imposible que acuda a la plaza. Ante la negativa del torero herido a ser intervenido, el cirujano le dice que tome la puerta y que se busque donde ser operado, ante lo cual el torero accede. La intervención fue un éxito y a partir de ahí nace una entrañable amistad entre los dos que duró hasta la muerte de Francisco, el cual en el traslado desde Pozoblanco insistía que se llamara al Dr. Vila porque no quería que le interviniera ningún otro.
También dijo, que a partir de ser nombrado cirujano jefe, aunque el equipo médico oficial se componía de cinco miembros, él por la responsabilidad que asumía duplicó el nº, de modo que en cada puesto había un titular y un suplente, todos técnicos en su especialidad y de su más absoluta confianza, exigiendo a la Maestranza que se duplicara el burladero para dar cabida a todos.

Eloísa Cabrera, primer teniente de alcalde, y María Dolores Ortega, concejala de cultura, con los doctores Morata y Vila.

Continuó con su habitual gracejo sevillano contando anécdotas de sus cuarenta años en la Maestranza; entre ellas la de su participación en el rodaje de la serie Juncal, o la de la muerte del banderillero Montoliú de la que dijo que hay ocasiones en las que no se puede hacer nada, sobre todo si el pitón llega directamente al corazón.
Se ayudó en su alocución de diapositivas de hechos ocurridos durante su trayectoria como medico en el coso del Baratillo.
Ramón Vila firma en el Libro de Visitas del Museo Taurino en presencia de Eloísa Cabrera 

Como no podía ser de otra manera, los asistentes, entre los que se encontraban bastantes aficionados venidos de Almería, se lo pasaron muy bien ante la simpatía y la categoría humana del conferenciante.
Al final, después de felicitarles por sus repectivas presentaciones, el conferenciante pidió a José Juan y al Dr. Morata una copia del texto de las mismas.
Para cerar el acto, el alcalde le impuso el emblema de oro del Museo, en cuyo Libro de Firmas, con la primera teniente de alcalde como fedataria, dejó constancia de su visita.





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