jueves, 20 de febrero de 2014

"DE CARMEN AMAYA A MARIQUILLA" LLEGA A LA SALA IBÁÑEZ DE LA MANO DEL GENIAL PINTOR GRANADINO DAVID ZAAFRA



El próximo viernes día 21, dentro del Ciclo Taurino "El Toro en las Artes", la Sala Juan Ibáñez acogerá la exposición que con el título "De Carmen Amaya a Mariquilla" ofrece una treintena de obras con las que el pintor David Zaafra ha querido rendir un homenaje a las dos más grandes figuras del baile flamenco.

 De Carmen Amaya...

... a Mariquilla

El acto de inauguración tendrá lugar a las 20'00 h. y a él están invitados de una manera especial todos los socios y amigos de nuestra Peña, como acredita el siguiente saluda de nuestro alcalde.


En la inauguración contaremos con la presencia  de la  granadina universal María Guardia "Mariquilla" a la que está dedicada la mitad de la obra expuesta por Zaafra y con la que podremos compartir un ratito de charla pues, al acabar el acto se va a servir una copa de vino español a los asistentes.

1 comentario:

  1. Carmen Amaya es uno de los iconos del baile flamenco. Revolucionó el baile que se hacía en ese momento. También cantaba, pero sus dotes de bailaora acabaron eclipsando su faceta como cantaora. No aprendió a bailar en ninguna academia, sino que aprendió de su entorno cercano. Su escuela fue la calle, en la que cantaba y bailaba para ganar algo de dinero. De la calle pasó a los teatros y de allí a los grandes escenarios de Madrid, en una ascensión meteórica, con un estilo y unas maneras nunca vistos.

    Desde pequeña se le puso el mote de La Capitana, cuando se inició en el flamenco acompañando a su padre, debutando con sólo seis años ante el público en el restaurante de Barcelona Les Set Portes y poco tardó en dar un gran salto para actuar en París con gran éxito, en el Teatro Palace.

    "De pronto un brinco. Y la gitanilla bailaba. Lo indescriptible. Alma. Alma pura. El sentimiento hecho carne. El "tablao" vibraba con inaudita brutalidad e increíble precisión. La Capitana era un producto bruto de la Naturaleza. Como todos los gitanos, ya debía haber nacido bailando. Era la antiescuela, la antiacademia. Todo cuanto sabía ya debía saberlo al nacer. Prontamente, sentíase subyugado, trastornado, dominado el espectador por la enérgica convicción del rostro de La Capitana, por sus feroces dislocaciones de caderas, por la bravura de sus piruetas y la fiereza de sus vueltas quebradas, cuyo ardor animal corría pareja con la pasmosa exactitud con que las ejecutaba. Lo que más honda impresión nos causaba al verla bailar era su nervio, que la crispaba en dramáticas contorsiones, su sangre, su violencia, su salvaje impetuosidad de bailadora de casta".

    Cuando Carmen,
    cuando Carmen quedo quieta,
    a las claritas del alba,
    y se hizo marmol su cuerpo,
    moreno de pura raza.
    Barcelona,
    Barcelona dando gritos,
    mando doblar sus campanas,
    y se quedo sin aliento
    el compás de la sardana.
    Y en aquel momento mismo,
    se apagó el son de la zambra.

    Carmen, gitana nacida
    de un sarmiento y de un coral,
    Carmen, era tu bata extendida,
    la cola de un pavo real.
    Cuando pasaste la raya
    y tu llama se apagó
    ya no canto la Zumaya,
    ni la guitarra tembló,
    Carmen, Carmen,
    Carmen…¡Carmen!
    Se murió Carmen Amaya,
    y España entera lloró.

    En Sevilla,
    en Sevilla los espejos,
    con su cristal de agua verde,
    en los tablaos comentaban:
    Por que esa Carmen no vuelve?
    La Malena,
    La Malena hablaba sola,
    La Niña rompió sus peines,
    y Juana, la Macarrona
    encendió un velón de aceite.
    La Giralda está sin brazos,
    y la Alhambra, sin cipreses.

    Carmen, gitana moruna
    de alfajores y de hollín.
    Carmen, era tu bata una luna
    de nardo en el Albaicin.
    Cuando pasaste la raya
    y tu llama se apagó
    ya no cantó la Zumaya,
    ni la guitarra tembló,
    Carmen, Carmen,
    Carmen…¡Carmen!
    Se murió Carmen Amaya,
    y España entera lloró.

    Del Somorrostro en la playa,
    ya su estrella se apagó
    se derrumbó su muralla,
    como la de Jericó
    Carmen, Carmen,
    Carmen…¡Carmen!
    Se murió Carmen Amaya,
    y el mundo entero lloró.

    María Guardia Gómez “Mariquilla”, bailaora, maestra y destacada figura del flamenco.

    Es “Mariquilla”, figura emblemática del flamenco ancestral. Hija del guitarrista Antonio “Pataperro” y de la cantaora y bailaora María “Carajarapa”, aprendió el arte del baile siendo una niña y con seis años ya se subía al mítico escenario de las cuevas de Sacromonte, en el que nació. A los 16 participó por primera vez en el Festival Flamenco del Paseo de los Tristes junto a primeras figuras de entonces. Y ese mismo año, el mítico cantaor Manolo Caracol la invita a bailar en el tablao madrileño “Los Canasteros”. Durante muchos años, Mariquilla dirigió el legendario tablao El Jaleo por donde pasaron insignes personalidades del flamenco.

    Seguidora confesa del hacer de Carmen Amaya, la bailaora ha continuado con su tradición de bailar más con los pies así como el uso de pantalones en algunas de sus interpretaciones.

    Un sobresaliente para la Peña Taurina de Roquetas de Mar.

    Gabriel Pomares

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